Los dioses nos juegan una mala pasada y el amanecer no nos regala los inmaculados picos 
majestuosos que nos rodean. Deberemos esperar para regalarnos la vista. Aun así esto no influye en el ánimo de mi sugar team… mi equipo de diabéticos de este año.
Estamos en Namche Bazaar a 3400m de altura. Llevamos tres días de treking, cada día conozco un poco más a mis compañeros…una persona, un mundo… 5 personas, 5 mundos… todos con sus incógnitas…
Tras desayunar y ver que los niveles de glucosa en sangre son aceptables nos ponemos en marcha. Hoy deberíamos pasar bajo el majestuoso Ama Dablam y ver el Everest. La temperatura es agradable y vamos a buen ritmo. Cada uno camina sumido en sus propios pensamientos. Los yaks nos preceden… parecemos una serpiente multicolor destacando entre la niebla.
Hay zonas embarradas pero no bajamos el ritmo. Ángel siempre mirándolo todo con ojos muy abiertos, queriéndolo grabar todo en su mente o en su cámara, Iván siempre sonriendo, sonrisa pícara eso sí. Vanesa derritiéndose cuando ve a niños sherpas y acunándoles tiernamente en sus brazos, viajando en el tiempo hasta su hijos en Lérida. Laura buscando cualquier signo de vida animal, su pasión. José atento a la ruta, al guía, controlando el entorno, sonriéndome con complicidad cuando un nuevo valle surge de repente.
Vamos bien. Cada dos horas, control de glucosa e hidratarse. Los aparatos funcionan bien y eso nos da confianza. Los geles de glucosa “glup15″ nos remontan en cuestión de minutos.
Llegamos a Thyangboche, a 3800m. de altura, en 3 horas, muy buen tiempo, y tras acomodarnos en la Lodge a las 15h00 vamos al monasterio a orar con los monjes budistas, a ponemos en paz con los Dioses con la sana intención de que esta expedición llegue a buen término. Por mi parte estoy poniendo lo mejor de mi.
Josu Feijoo, jefe de expedición.
